Queridos familiares muertos
Qué canciones tan bonitas me suenan al fondo... Allí está Phill Collins , que es lo mismo que pensar en mi mamá. Me siento frente al teclado, un poco ida y somnolienta, quizá por haber trasnochado metida en un par de ojos azules, mirando las teclas, la hoja en blanco, como esperando algo, una idea, una aliento, un abrazo de algo que no se ve, o la primera palabra que me haga empezar, porque hay tanto que quiere salir de mi, que se amontona todo en la garganta y al final no sale nada. Abro la ventana y me roza el aire fresco, hace un día muy bonito pero yo he preferido encerrarme en mi misma. Se parece al aire que me soplaba la cara hace cuatro noches atrás, sin ventanas abiertas, ni ventiladores encendidos; solo era yo en medio de una meditación, ojos cerrados pero despiertos, con el cuerpo tan relajado que casi olvido que aún soy de este mundo, debe ser porque a veces no quiero ser de este mundo. Podí...