Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2025

El Polvo, El Suelo y Los Cristales. Parte 4/4: Como en el muelle de San Blas.

Imagen
    Habían pasado quince días cuando regresé a casa de Blanca, confiando en que el incómodo incidente —aquel en el que me topé con lo más parecido a un frasquito de veneno que vi en la vida— ya se le hubiera borrado de la memoria.      Como siempre, mi intención era tocar el timbre desde el portal, pero esa tarde, justo al llegar, un vecino salía del edificio, el primero que vi desde que frecuentaba ese lugar. Aproveché el momento para entrar y me fui en silencio por las escaleras.      Al llegar a su puerta, la escuché hablar por teléfono. Mi dedo ya rozaba el timbre cuando sus palabras me detuvieron en seco: "Solo quiero saber cuándo vendrás a verme. Lo tengo todo listo para recibirte. Hasta mi marido se fue antes de lo que esperaba, así que ya nada se interpone entre nosotros".      A pesar del calor que hacía, yo quedé helada tras oír aquello y, entre seguir oyendo y llegar puntual a mi segundo trabajo, decidí tocar el timbre. ...

El Polvo, El Suelo y Los Cristales. Parte 3/4: La Viuda Millonaria

Imagen
    Una semana más, o tal vez una menos; ahí estaba yo de nuevo, lista para empezar a limpiar el apartamento de Blanca. Mientras me ocupaba de los quehaceres, ella solía acomodarse en su sillón, observando, dando indicaciones y fumando sin descanso. Yo intentaba hacerme la desentendida y enfocarme en mis tareas, pero no podía evitar sentir que había algo misterioso en ella, incluso un poco extraño. Sin embargo, ¿cómo definir la rareza de alguien sin terminar por admitir que, quizás, yo también soy rara a los ojos de otros?      El punto es que su misterio comenzó a captar aún más mi atención cuando me tocó desempolvar los libros. Al sacarlos de su lugar, me deleité descubriendo una variedad de títulos que me resultaban fascinantes: acerca de magia ancestral, esoterismo, significado de los sueños, sexualidad sagrada, geometría sagrada, numerología, la vida después de la muerte, medicina natural… además de otros textos más conocidos de la cultura general. ...

El Polvo, El Suelo y Los Cristales. Parte 2/4: Reflexiones Fúnebres.

Imagen
    Exhausta, después de más de nueve horas continuas de trabajo en el restaurant, me tocaba volver a casa de Doña Blanca, o simplemente Blanca, como prefería que la llamase.      Ese día, además del polvo, el suelo y los cristales, comenzaba la limpieza general. Me percaté de su tendencia a acumular cosas cuando me encontré todo tipo de cosméticos y productos de higiene personal almacenados, la mayoría de ellos totalmente nuevos, sin abrir, otros tantos caducados y muchos otros con el envase amarillento a causa de todo el tiempo que llevaban allí; no por eso dejaba de ser emocionante, después de todo también soy mujer, así que me deleitaba la vista viendo cremas de manos, shampús, aceites, crema para los pies, geles de baño, perfumes de reconocidas marcas en sus cajitas, lociones corporales, labiales y un largo etcétera.     D ebía limpiar el armario del baño donde se guardaban todos esos productos y tenía que volver a colocar cada uno de ellos e...

El Polvo, El Suelo y Los Cristales. Parte 1/4: Dinero Fácil

Imagen
     Era mayo de 2023 y la holgura financiera parecía un lujo lejano, perdido en algún rincón de mi memoria. Yo, buscando empleo con más ganas que suerte, cargaba a cuestas una pequeña deuda que se sumaba como un peso extra a los gastos de siempre. Hasta que un día, de improviso, mi hermano se plantó frente a mí con una propuesta: '¿Te animas a limpiar una casa por unas horas?'. No era el plan soñado, pero acepté sin dudarlo; ese pequeño ingreso llegaba como caído del cielo justo cuando más lo necesitaba.      Él ya trabajaba en aquella casa, iba unas cuantas horas diarias para ayudar a la dueña de la casa a levantar y asear a su marido enfermo quien se encontraba postrado en una cama; también solía hacer compras y recados para ella.      El día acordado me presenté en aquel apartamento, ubicado en la tercera planta de un edificio que se notaba antiguo y silencioso, puede que hasta discriminado por los rayos del sol, y allí conocí a Doña Blan...