Carta Abierta a un Fallecido
Querido y alocado abuelo, soy Dam, ¿q ué tal están las cosas por allá? tengo muchas preguntas para ti, supongo que tienes todo el tiempo del mundo para responderme. Como ya debes saber, desde que te fuiste extraño tus consejos, abrazos y risas; pero no estoy triste, en serio. Anoche soñé contigo y no entendí nada de lo que me dijiste, ya me ha sucedido otras veces con la tía Eugine y el primo del vecino. ¿Por qué en sueños parece que hablan ustedes otro idioma? Al despertarme me he esforzado por entender lo que escuché y no me suena a ningún idioma conocido. ¿Es verdad que se ponen ustedes más jovencitos allá de lo que eran aquí? De ser así no me sorprende, con esa buena "vida" que deben llevar por esos lares, pero no te pediré la receta. Imagen de Gerd Altmann en Pixabay Recientemente me visitaron unos testigos de Jehová, ¡no pude esconderme!, tuvieron suerte de cacharme regando el jardín; me han explicado que ustedes no sienten ni padecen, porque así lo d...