Mi Vecino Tenía Negativirus

Yo creo en las afirmaciones como método para reprogramar la mente y cambiar aspectos de mi realidad; todo lo que oiga y le diga a mi mente ella se lo creerá si yo lo siento y acepto como mi verdad.

Había un vecino que llamaremos James. Cada vez que James se encontraba con alguien, repetía con énfasis y cara de calamidad: ¡la vaina está arrecha! Siempre, siempre lo decía, era como su mantra personal. A mi me daba como pena ajena, prefería no responder, me negaba a asentir ante esa afirmación 😒.

Ciertamente la situación del país no era la más ideal, pero, él en particular la estaba pasando muy mal, vivía endeudado, en su casa apenas comían y un largo etcétera, sin mencionar su abatida relación de pareja, cosa que no debería ser responsabilidad de la economía ni del gobierno 🤔.

Imagen de Reinhold Silbermann en Pixabay

Paradójicamente, en la misma calle donde vivía James (y en el mismo contexto de la economía) residían otros vecinos bastante prósperos 🤑, de los que no recuerdo haber escuchado repitiendo este tipo de "mantras"...

Entonces uno mirando los toros desde la talanquera se preguntaba ¿en parte, no será cuestión de actitud?

James confiaba plenamente en sus muertos 💀 debido a la religión que profesaba; en ellos encomendaba su salud, su economía y toda su vida, les ofrecía cuanto animal encontraba por la calle 🐈🐔🐁. Pero luego iba y repetía con desánimo que la vaina está arrecha. ¡¿Y entonces Juliááán?! ¡Qué-digo James! ¿Desbaratando con los pies lo que hizo con las manos? Si se tiene fe en algo o alguien, ¿por qué no pensar que pase lo que pase todo está y estará bien? 🙏💪

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Creo que la mente de James estaba predispuesta a ver y hacer todo más difícil, porque él (sin saber) la programó para eso cada vez que le dijo a su mente que la vaina está arrecha, y lo sintió y se lo creyó. Ella no podía hacer más que obedecerlo.

A partir de eso, me detuve a prestar atención a lo que yo me repetía y creía cada día, es curioso y parece magia pero así trabaja la mente, actuamos en función de lo que sentimos que somos y experimentamos la realidad en función de como elegimos verla 💥.

Mira a tu alrededor cercano, seguro conoces gente que, a tu parecer, les va muy bien y a otros que siempre la pasan difícil, ahora fíjate en su actitud ante la vida y saca cuentas. Probablemente vas a notar que los del primer grupo son optimistas, tienen esperanza, fe verdadera, confianza en sí mismos, sonríen a menudo; y los del segundo grupo generalmente se están quejando, sufriendo y viendo lo malo en todo.

¿Crees que será cuestión de suerte? ¿Qué afirmas constantemente sin darte cuenta? Ahí te dejo esa. Un abrazo dorado para ti 😉😘💖.

Imagen de Sasin Tipchai en Pixabay


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